Malfé. Psicología Institucional Psicoanalítica. Un Caso Institucional

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LA INSTITUCIÓN: El trabajo fue realizado a un Centro Medico Psicopatologico que se ocupaba de pacientes cuya posibilidades de evolución son muy limitadas.

LA TEORÍA: Freíd afirma que lo decisivo para que un grupo de individuos constituya un grupo son los lazos libidinales que vinculan a los miembros con la figura del líder. Es una reunión de individuos que han reemplazado su ideal del yo por un mismo objeto, el cual se ha establecido entre ellos una mutua identificación en su yo. En las masas artificiales la estructura organizativa que prevé por lo general la convergencia de la red jerárquica en un jefe, puede superponerse a esa estructura libidinal, con lo que el jefe-líder mantendrá así ligado a los sujetos, la presencia de un jefe que ama a todos por igual. De esta ilusión depende todo y su desvanecimiento traería consigo la disgregación.

El ideal del yo aparece que como el heredero del narcisismo primitivo y como heredero del complejo de Edipo, como representante de la ley, ósea heredero del narcisismo de los padres. En el yo y el ello reubica al ideal del yo como sinónimo del SY.

El trabajo planteado en la institución era:
  • Las relaciones entre los miembros del grupo.
  • Las relaciones de los miembros del grupo con su tarea.
La tarea recibe los efectos de la función simbólica-imaginaria que el líder representa, así, La figura de identificación regula tanto la orientación del grupo hacia lo real, como el establecimiento de normas comunes y lugares diferenciados para cada miembro.

Los miembros de la institución manifiestan una serie de dificultades que podía ser denominada como síntoma en el cual se traslucía la verdad del deseo del grupo y el estila con que el líder se desempeña.

LOS SÍNTOMAS: En estas institución xej, el jefe pensaba que la gente que no cumplía con su exigencia lo estaba engañando a el personalmente, ya que sentía q la gente estaba obligada consigo y los sujetos se sentían así absorbidos, paralizados, inútiles, etc. El jefe entonces con su historia personal quien anuda la historia de la institución y le da sentido, al incluirla como un momento en su propia historia. En esta institución el jefe lo era todo, la institución despliega las actividades que interesan al jefe, el es quien enseña a ejercerlas, es el único que sabe.

En esta institución los beneficia el sueldo y la posibilidad de obtener pacientes para su practica privada.

LA INTERVENCIÓN: La producción de un efecto cualquiera dependía de que pudiéramos modificar el equilibrio libidinal del grupo, lo q implica vulnerar el narcisismo del jefe. Los coordinadores de los trabajos psicológicos tienen que servir de captadores imaginarios del narcisismo de los sujetos sobre los que operan, lo q los llevara a ser contrafiguras del líder con quien se hace necesario equipararse para ejercer fascinación.

Funcionamiento:
  1. Para romper el esquema, todos los miembros del equipo participaron de coordinación efectiva lo q algunas veces llevo a una coordinación conjunta de las reuniones, no menos de 10 psicólogos. Este constituye un discurso técnico indispensable cuando participan varias personas en una coordinación.
  2. Cada paso de la coordinación era sometido a examen crítico y discusión durante una reunión semanal del equipo.
  3. Lo importante era que nuestro equipo tenia su propio proyecto.
Una intervención que había de resultar decisiva: Después de un pacto de no agresión con el jefe el grupo comienza a tomar conciencia de su malestar. Se hacia cada vez mas frecuente las quejas de cómo el jefe los controlaba en el trabajo y fueron perdiendo incentivos y ahora estas quejas comienzan a ser quejas compartidas. Aparece el estancamiento del grupo.

Hay en este sentido una identificación con el grupo o identificación con el líder. Podemos caracterizar este momento del trabajo en el que los sujetos reiteran su incapacidad, como ese momento privilegiado en que la resistencia se articula a la dialéctica analítica, en el que se produce la emergencia fuera del discurso del sujeto, del rasgo que con mayor precisión puede dirigirse a uno en aquello que esta por decir y en el que el grupo nos muestra quien habla a quien.

Un momento productivo del grupo: un segundo momento lo constituye la puesta en marcha de un proyecto del grupo que tenía como meta la presentación de un trabajo con un congreso científico de su especialidad.

Comenzó una etapa caracterizada por la coherencia de los intentos de organización de las relaciones entre los sub-equipos profesionales y dentro de cada uno de ellos.

Al empezar a romperse la fascinación los miembros del grupo pueden pensar con originalidad y ver con ojos que no sean los del jefe y conectarse mejor con el mundo real en tanto se organiza lo simbólico.

Ruptura final de la fascinación: Para terminar la función hay que deshacer el espacio imaginario que tenia la figura del jefe como centro de gravedad del narcisismo. La fascinación nos obliga a ampliar el esquema teórico y recurrir a la postulación Freudiana de una escisión del yo y la renegación que da origen. Solo el concepto de escisión nos permite explicar como todo esto era posible a pesar de que eran ellos mismos el objeto de ese desprecio, circunstancia contra la que al mismo tiempo se rebelaban.

Pocos días después de la reunión que comentamos la castración simbólica se imaginarizo, ya que el jefe sufrió mientras viajaba hacia el Centro, un pequeño accidente sintomático, hiriéndose levemente en la cabeza. En su repercusión fantasmática ese accidente paso a representar un imaginario parricidio, lo que conlleva la fantasía de desmembramiento del cuerpo del padre tirano.

LA NUEVA ESTRUCTURA: los diferentes equipos profesionales se abocaron a la tarea de elegir su forma de organización interna, tarea que culmino en cada caso con la elección del jefe de equipo y lo que permitió un proceso de reestructuración libidinal del grupo.

Los coordinadores de los diferentes equipos profesionales constituyeron a su vez un grupo que llegó a conocerse como grupo staff. Se modifico asila estructura libidinal, la alianza fraterna.

Desde el momento en que el jefe se reincorpora al centro después del accidente, este se enfrentaba con los coordinadores que sucesivamente fueron eligiendo cada uno de los sub-equipos profesionales y también con el grupo de staff que los reunía.

Al final, el grupo renuncia a la ilusión de que el jefe algún día cambiara y nunca toleraría de buena gana la nueva organización del Centro.

LOS EFECTOS DEL CAMBIO DE ESTRUCTURA LIBIDINAL EN LA RELACIÓN CON LA TAREA: la relación de los miembros del grupo con la tarea fue un tema de discusión. Podemos decir que el líder signa la relación con la tarea en los siguientes aspectos:
  1. Al intervenir en la definición de la índole de la tarea.
  2. Al marcar un estilo en su ejercicio.
  3. Al proponer un modelo de desempeño del rol ocupacional y por lo tanto social.
Así, el jefe adopta ante los miembros del grupo una actitud, incluso corporal de escenario, asignándole un papel de imbécil o paralítico. Mientras que en una estructura anterior los impulsos sádicos eran actuados, ahora la emergencia de angustia sirve de índice de la incidencia de una represión cuyo fracaso asumiría la forma de acto fallido.

En lo que hace al culto supersticioso el papel del jefe volvía a destacarse como un pontífice q alusivamente conectaba al grupo con la irresponsable deidad materna. El significante fálico ligado a la función paterna como significante cabal de la castración (simbólica) se deslizara hacia el fetiche como significante de la no-castración.

Se busca que en ese grupo prevalezcan las criticas y autocríticas de las relaciones sociales q allí se reproducen.

Al romperse la fascinación por el cientificismo, quedo abierto el camino para q aparecieran las diferencias y las contradicciones entre los diferentes subgrupos socio-económico-profesionales.

Lipcovich. Edipo Rey

El drama se inicia entre el líder, Edipo y la formación colectiva congregada ante el cuyo portavoz es un sacerdote. Los suplicantes declaran el mal que los atormenta, la peste y recuerdan que Edipo los salvo de otro mal, la Esfinge gracias a su saber.

Creonte, comunica el mandato de Dios: que se castigue al culpable de la muerte de Layo.

El saber que ha de redimir al mal esta supuesto en otro lugar, el de Tiresias: dispositivo transferencial.

Tiranias llegue a develar toda la verdad, pero sin explicación, sin intento alguno por persuadir. La verdad queda ahí flotando, pero escondida al alcance de su destinatario tanto para tomarla como para rechazarla.

El Coro, ante las palabras de Tiresias, mantiene su juicio en desconcertado supuesto, y aguarda pruebas. Entretanto, Creonte es acusado por Edipo de haber dictado las palabras de Tiresias para apoderarse a su vez del trono.

Edipo acepta la mediación, y al renunciar a la rivalidad imaginaria con Creonte, se encamina por el sendero simbólico de la investigación de la verdad, que recorra hasta el final. En el personaje de Edipo se reúnen dos funciones que no solo no suelen coincidir fácticamente en las instituciones, sino que intrínsecamente contradictorias: la del líder en tanto encarnación del ideal del yo, y la de la búsqueda de la verdad.

Es importante destacar que esa función de la pregunta, de la búsqueda de la verdad, se halla presente en toda organización estudiada bajo trasferencia, porque es función del deseo; se quiere discernir de que manera, esa función se encarna entre los miembros de la organización.

Yocasta se resiste a todo intento de revelación de la verdad. En la estructura dramática de Edipo Rey, es función específica de Tocata contraponer su voluntad al desarrollo de la investigación.

En Edipo Rey, la función que encarna Yocasta, sin perjuicio de que la escena de rivalidad hostil haya tenido lugar entre Edipo y Creonte. Yocasta es ubicado como el antagonista, se trata de, como hizo Edipo, escuchar a través de el.

El Coro ha reaccionado con reprobación a las manifestaciones de Yocasta. A todo esto llega un mensajero de Corinto para anunciar que Polibo, el supuesto padre de Edipo, ha muerto: revela a Edipo que el no es como creía hijo de Polibo. El líder ha caído. Ha revelado estar en el lugar del condenado por los dioses. Es pensable un Edipo que, en condiciones institucionales que lo hicieron posible, fundara una nueva religión y arrastrara tras su renovado liderazgo a los tebanos o una parte de ellos.

Edipo es abandonado por Dios, por el Otro en un punto de sin sentido. En ese punto el Otro es castrado y, en el drama, su castración esta aludida por el hecho de que los alfileres que ciegan el ojo de Edipo son los mismos que han desnudado a su madre.

Edipo resuelve el sobresalto de castración en el acto de segarse. Resta la pregunta por el sobresalto de castración en la institución que Edipo presidía por el lugar de pánico.

La perspectiva dramaturgia a la que se ciñe el texto, donde el coro se preserva como univoco, tiende a impedir la manifestación del pánico, en tanto ruptura de los lazos que ligan a la masa, implicaría la disolución del coro. La caída del rey es correlativa a la continuidad y consolidación del sostén simbólico-imaginario basado en la religión. Así, la noción teórica que especifica el pánico ante la caída del líder se diferencia de la presencia o no de pánico, fácticamente en la coyuntura de una organización cuyo líder cae. De todos modos, es de esperarse que toda caída del liderazgo, por firme que sea el sostén simbólico-imaginario, de lugar a esbozos de pánico en lo fenoménico.
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