La Concepción de Sujeto desde la Escuela Argentina

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Tomaremos como principal exponente a E. Pichón Riviere y J. Bleger.
Pichón Riviere, desde su psicología social, postula como objeto de estudio el desarrollo y transformación de la realidad dialéctica. Indaga sobre la constitución de la subjetividad a partir de la macroestructura social.
Piensa la sociedad desde la noción de ámbitos: Individual (psicosocial), grupal (sociodinámica), institucional y comunitario.
La macroestructura social no genera subjetividad, sino que esta se constituye por la imbricación de los ámbitos a través de los vínculos, las redes vinculares son las que sostienen el proceso de socialización. Enrique Pichón Riviere adhiere al método dialéctico en su concepción del devenir de la naturaleza, la sociedad y el conocimiento como un proceso contradictorio y de cambios que implican irreversibilidad a través de saltos cualitativos.
Si tenemos en cuenta su concepción del sujeto E. P. Riviere lo concibe no en una relación armónica con su realidad social sino en una permanente relación mutuamente transformante con el mundo. Su "implacable interjuego" implica una inevitable transformación del mundo, fundamentalmente vincular y social, para el logro de sus deseos y propósitos, logro que a su vez tendrá efectos de transformación del sujeto. Esto conlleva a pensar la relación sujeto - mundo como una relación conflictiva y contradictoria.
De allí su valoración de la Praxis. La Praxis es lo que permite a su Esquema Conceptual Referencial Operativo (ECRO) permanecer como sistema abierto a progresivas ratificaciones y rectificaciones. La praxis es la que valida el modelo teórico.
Este ECRO pichoniano concibe al sujeto como partiendo de una ineludible condición de sujeto social, en un implacable interjuego entre el hombre y el mundo. Plantea que "El sujeto no es solo un sujeto relacionado, es un sujeto producido. No hay nada en él que no sea la resultante de la interacción entre individuos, grupos y clases". El campo simbólico es el ineludible campo de constitución de la subjetividad.
La subjetividad se constituye entonces en el campo del otro. El otro como ser social esta en el horizonte de toda experiencia humana. Aquí es fundamental el concepto de vínculo como esa estructura compleja multidimensional que alberga sistemas de pensamientos, afectos y modelos de acción, maneras de pensar, sentir y hacer con el otro que constituyen las primeras apoyaturas del sujeto y las primeras estructuras identificatorias que darán comienzo a la realidad psíquica del infante. No solo la trama vincular que lo alberga es condición de sobrevida de este ser que nace prematuro, incapaz de sobrevivir sin la asistencia del otro social sino que la trama vincular es apoyatura ineludible para la confirmación de nuestra identidad. Sin la presencia del otro se devela la fragilidad sobre la que esta constituido el reconocimiento de la mismidad y la identidad del sujeto.
El sujeto de la Psicología Social de Enrique Pichón Riviere es ese sujeto descentrado, intersubjetivo, que produce en el encuentro o desencuentro con el otro. Producción en una condición de descentrado de sí.
Cuando piensa al sujeto lo hace en términos de "sistema abierto" (en rigor no hay nada que no sea pensado por él en termino de sistema abierto: el individuo, los grupos, las instituciones, las sociedades, el ECRO). Con relación al sujeto se trata de un sistema que no es autónomo en sí mismo, se trata de un sistema incompleto que "hace sistema con el mundo".
Es un sujeto situado y sitiado que está contextualizado. No es una abstracción. Es un sujeto histórico. No se trata de El hombre o La sociedad. Es un sujeto situado y sitiado en el sentido que su subjetividad es configurada en un espacio y un momento histórico social específico que le otorga todo un universo de posibilidades pero le significa a su vez una cierta clausura de las posibilidades de representación simbólica.
El ser humano nace en una trama vincular que sostiene el proceso de socialización. La sociedad es concebida como un magma de significaciones sociales, el sujeto esta en una permanente relación dialéctica con el mundo.
Pichón Riviere plantea la necesidad de pensar al sujeto como signado por el cambio, inserto en una sociedad que también se modifica permanentemente y que actualmente ha sido definida como "contexto de turbulencia".
Ello nos obliga a pensar al sujeto y a la sociedad en condiciones de creación y mutabilidad. E. Pichón Riviere rescata así nuestra condición de creadores. Porque no concibe ningún sistema como cerrado y producido "para siempre" porque todos los sistemas, el sujeto, los grupos, las instituciones, los marcos teóricos, su ECRO están abiertos a la producción de las innovaciones a las cuales inexorablemente nos va a someter la sociedad desde su condición de modernidad.
Por otro lado, José Bleger define al sujeto , también desde una concepción dialéctica, en interrelación son su medio social.
El ser humano se caracteriza por pertenecer a una naturaleza particular, la naturaleza humana, es un ser social (ya que estructura su experiencia al relacionarse con los demás individuos, las relaciones sociales que establece lo definen), es un ser concreto (que pertenece a determinada cultura, religión, grupo, clase), es un ser histórico, producto de un desarrollo individual y social.
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