Teoría de los Modelos Mentales

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De acuerdo con la teoría, la interpretación de un enunciado condicional, “si p, entonces q”, dependerá de su significado lingüístico y de contexto.
Se representará de forma exhaustiva el antecedente y el consecuente sólo en su relación con el antecedente.

Las inferencias deductivas que se pueden obtener a partir de la representación del modelo mental inicial serán las más fáciles y a medida que aumenta el número de modelos mentales explícitos también aumenta la dificultad del problema.

El modelo mental inicial del condicional también explica por qué los sujetos parecen ajustarse a una tabla de verdad defectiva al considerar irrelevantes aquellos condicionales en los que el antecedente es falso.
Para poder realizar cualquier otra inferencia que no sea el modus ponens será necesario generar los modelos mentales explícitos.

También las falacias de afirmar el consecuente y negar el antecedente se explican por la generación de los modelos mentales explícitos del bicondicional. Los sujetos representan exhaustivamente tanto el antecedente como el consecuente ([p], [q]) y cuando se afirma el consecuente [q] se produce también la afirmación del antecedente [p]. La falacia de la negación del antecedente ocurre con menos frecuencia.

Una de las críticas más importantes de los modelos de reglas mentales es que acomodan los efectos del contenido a un componente para la comprensión de los enunciados, manteniendo intacta la estructura formal de las reglas de inferencia.

Byrne planteó que no había ninguna regla mental, ni la del modus ponens.

Según el propio Braine (1993), los modelos mentales son compatibles con su teoría.
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